jueves, 8 de abril de 2010

morrie

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CONTINUA

-Uno-dos-tres-cuatro-cinco-seis-siete-ocho…

Llegué hasta el setenta antes de perder el aliento.

-Muy bien –dijo Morrie-. Tienes los pulmones sanos.

Ahora bien mira como lo hago yo.

Inspiró, y después empezó a contar con su voz suave y temblorosa.

-Uno-dos-tres-cuatro-cinco-seis-siete-ocho-nueve.diez-once-doce-trece-catorce-quince-dieciséis-diecisiete-dieciocho…

Lo dejó, jaleando por falta de aire.

-La primera vez que el médico me pidió que hiciera esto, yo llegaba al veintitrés. Ahora llego al dieciocho.

Cerró los ojos, sacudió la cabeza.

-Tengo el depósito casi vacío.

Me dí golpecitos nerviosos en los muslos. Ya era suficiente para una tarde.

-Vuelve a ver su viejo profesor –me dijo Morrie cuando le di un abrazo de despedida.

Yo se lo prometí, e intenté no acordarme de la última vez que le había prometido aquello mismo.

Apunte: continuando con mi ejercicio diario de letra a mano y a pluma, he retomado el libro más tierno, que jamás había leído, lo he releído muchas veces y siempre siento su ternura. Se lo recomiendo a ustedes, si no lo han leído hágalo y la vida tendrá otro color. Ha el escrito a mano lo he realizado de un tirón, acabe con la mano temblorosa pero feliz de poder escribirlo. Josep


8 comentarios:

mari i jose dijo...

Leí este libro, me lo prestó una amiga cuando se enteró de lo de Jose.Me hizo mucho bien su lectura. hemos tenido a nuestro lado gente que hacia lo mismo con Jose, venía todos los miércoles a ver a su ,en este caso, director de teatro. Y otros muchos ... Es una lección para todos los que pasamos por esto. Me alegro que sigas escribiendo de tu mano, sigue poniéndoselo difícil a la maldita ELA. Tú puedes. Besossss.
MARI CARMEN

jrrof dijo...

ei! Mari Carmen que puntual acabo de colgarlo y ya me dejas tu agradecido comentario gracias. Este libro lo leí por primera vez al principio de mi ELA y me abrí al leerlo de corazón… aceptando el duelo de saberme enfermo de por vida. Cada vez que lo releo me gusta más su fantástica realidad… contada desde la mas hermosa ternura. Un abrazo Josep

RAÚL dijo...

Hola Josep

Gran libro Raúl y yo lo leímos al comienzo de su enfermedad y es toda una lección para enfrentarse a la ELA. Hay tantas frases sabias que merece la pena profundizar en él.

Un abrazo para otro gran sabio, es decir, tu. Raúl y Nuria

Susy dijo...

Josep voy a leer ese libro..... quiero comprender y asimilar lo que es la ELA
Admiro profundamente esa positividad que desprendes... y eso no significa que no sepa lo que es tu día a día detrás de este blog. Precisamente por eso te admiro mas...


Te mando un cariñoso abrazo

zel dijo...

És un dels millors llibres que he llegit, no el vaig poder deixar, de cap manera, preciós!

Petons, una lletra preciosa, Josep!

Blogs del Ela dijo...

Voy a comenzar con estos ejercicios. Ya os contaré mi experiencia. Gracias josep.

Ana María dijo...

Hola , ¿que puedo decir?...
mucho...perdí a mi compañero de toda una vida por la maldita "ela".
Durante más de 1 año, me convertí en madre, pies, manos, lengua , psicóloga, maestra,de alguién que amaba vivir, un catedrático y arquitecto que nunca entendió esa maldición.creo que el que padece esta enfermedad debería ser galardonado con la medalla del honor y la valentía.¡Te admiro! José.Hazme saber en que te puedo servir.....Ana María

Josep Rof Rof dijo...

ei! Gracias por vuestros comentarios jose, RAÚL, cuchu, zel, Blogs del Ela y Maria a pié de post “MORRIE” también los que me visitaron sin dejar comentario, besos para todos. Josep

Ana María animarte de tanto sufrimiento para acabar de perder tu compañero, la ELA invasora terrorífica un día se nos presenta para no abandonarnos jamás, no hay una ELA igual en el tiempo, tu compañero parece que se le desarrolló rápido, ni con tiempo de asumir el duelo del diagnóstico, difícil de todas maneras la ELA siempre acaba igual, afectando la musculatura del cuerpo al final nuestra respiración y el fin. Mi ELA por suerte se desarrolló lentamente con ella convivo 9 años, esta ahí siempre, atornillando un día mas que otro pero está, aun puedo andar caminador, vestirme, como quien diría “soy autosuficiente” paseo en silla electrónica, sesiones de logopedia hace años recobraron un hilito de voz, ahora estamos con sesiones respiratorias, en fin que más puedo contarte que sufrí 50 caídas leves y con daño en los 9 años de convivir con la terrible ELA.
Arriba los ánimos Ana y palante con la vida, siempre pensado en lo que ocurrió, el duelo nos es “un mal necesario” recordar para no olvidar.
Un abrazo Josep