martes, 5 de octubre de 2010

el caballo





Canon PowerShot G9 03/0/2010 11:47 por jrrof (al fondo a lo alto de la colina el pueblo de La Roca)

El Pasado fin de semana, durante mi paseo matinal por Llanars embobado fotografiando las nubes juguetonas a merced de los vientos, "un cielo cambiante, donde nunca nada es igual", bajé los ojos a la tierra y me di con un bonito caballo, me dio mucha pena “Tenia Los Ojos Vendados” pensé en el poema de *Joan Maragall “La Vaca Cega”* se le acercó una señora, lo llamó y con agilidad se le acercó, le dio en la mano unos restos de verduras, en un momento se las comió, inocente de mi le pregunté ¿Porqué le tapan los ojos? Por las moscas, les causan infecciones en los ojos, pero no te preocupes la protección le deja ver, es como si llevara unas grandes gafas, la señora se marchó y yo continué allí haciéndole compañía, mejor dicho nos hacíamos compañía, lo fotografié varias veces, me di cuenta que las moscas le invadían todo el morro, me imaginé la invasión en sus ojos buff .

Aprendí que en “la libertad, el caballo puede ser feliz”, pero también sufren por unas diminutas y molestosas moscas, igual que los humanos, pequeñas cosas o tropiezos no nos dejan ser del todo felices, pienso que “Para ser feliz es solo la voluntad de serlo” el caballo vendado de ojos lo era, yo con mis limitaciones también. josep rof rof

*El poema La vaca cega* Joan Maragall (Poesies, 1895)

Topant de cap en una i altra soca,

avançant d'esma pel camí de l'aigua,

se'n ve la vaca tota sola. És cega.

D'un cop de roc llançat amb massa traça,

el vailet va buidar-li un ull, i en l'altre

se li ha posat un tel: la vaca és cega.

Ve a abeurar-se a la font com ans solia,

mes no amb el posat ferm d'altres vegades

ni amb ses companyes, no: ve tota sola.

Ses companyes, pels cingles, per les comes,

pel silenci dels prats i en la ribera,

fan dringar l'esquellot mentre pasturen

l'herba fresca a l'atzar... Ella cauria.

Topa de morro en l'esmolada pica

i recula afrontada... Però torna,

i abaixa el cap a l'aigua, i beu calmosa.

Beu poc, sens gaire set. Després aixeca

al cel, enorme, l'embanyada testa

amb un gran gesto tràgic; parpelleja

damunt les mortes nines, i se'n torna

orfe de llum sota el sol que crema,

vacil·lant pels camins inoblidables,

brandant llànguidament la llarga cua.

2 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Como finalmente dices, Josep, la libertad es más un anhelo que una integridad. No hay gloria que no tenga sus penalidades.
¿Enhorabuena, fotógrafo, por tu sensibilidad!

mari i jose dijo...

Tus paseos compartidos!!! Siempre sorprendiendo con tu cámara, esta vez el caballo...La belleza plasmada y sabiendo el por qué de los ojos vendados, nos lleva hacia la libertad...Aún con limitaciones se puede ser feliz....Y LO SOMOS!!! ¿SÍ?....PALANTE!!!! Un besazo!!!Mari Carmen.