martes, 12 de diciembre de 2017

poemas de Laia Noguera



Algunos poemas: de Laia Noguera
Hay en la luz una razón oculta, algo particular.
El mundo es esencialmente limpio, a pesar de las geografías y los túmulos.
La transparencia.
Que las cosas pasen no significa en sí que el dolor exista.
En sí.
Vivir es una orquesta sinfónica.
Una asimetría.
Porque también existe la compleción y, a veces, los regalos buscados.

La piedra se degrada.
Me lleno y me vuelvo a vaciar.
A veces me siento muy cerca.



Como un espectro, una figura
vigilante, y no hay espacio
para escaparse.
Esto
sin palabras.


Yo no camino.
Es la tierra la que me camina.
Me caminan las encinas.
Los líquenes y las piedras me caminan.
Me caminan los pájaros.
Me camina todo el cielo sobre la espalda,
sobre la cabeza.
Me camina bajo los pies,
bajo el corazón y la mirada.
Y yo no soy.
Yo no soy nada.
Soy la hoja,
la sombra pequeña de la hoja,
la pizca de aire que se estremece
dentro de la sombra pequeña de la hoja.
Yo no camino.
No camino ni hablo,
porque es ella la que habla:
la tierra que me camina por encima
de todo lo que pienso que soy.



COMENTARIO:

En casa  después de comer leí poesía, siempre me acompaña. En mis ratos, que son muchos, para descansar de tanta política y TV, me relaja. Laura escogió la lengua castellana, para su primer libro. “Qué extraña ventana” publicado por La Garúa en octubre de 2016. Me haré con él.  

Mi gozo en un pozo, no tengo señal de Internet. Hace unos días que va i viene. Llamé a Movistar como unas diez veces. Se me la canción, al final la ponen en marcha, al poco queda debilitada. Me enfado, no, NO, no me conviene. 

Sufro una ELA, de casi diecisiete años. Mi cuerpo necesita reposo, hay que evitar los acaloramientos, en el día a día, procuro distraerme, leo, mantengo mis blogs activos, tengo que deciros algo descuidados últimamente, paseo con mí Kite (silla eléctrica) visito la biblioteca, cuando hace sol, doy un paseo al Supermercado, compro cuatro cosas y salgo con la bolsa colgada a mi silla. Me levanto, me visto, me acuesto, voy al lavabo, paseo con la silla manual por casa, cambiando a la eléctrica para la calle.
Aun puedo andar pequeños pasos con el andador o balcón. Ahora lo que más temo a un simple resfriado, estoy de lleno en la fase bulbar y ahí “Con el clero hemos topado amigo Sancho” la deglución, el habla y la respiración son vitales para una vida sana. Con un pequeño resfriado la mucosidad te ahoga, no se deja arrancar. Al habla debilitada, ausente al más mínimo esfuerzo. Y para la deglución, atoramientos e infecciones pulmonares, dos veces estuve ingresado. Lo pase muy mal.
Mención especial, a los eláticos y eláticas que este año nos han dejado, una abrazo a sus familiares i/o sus cuidadores. 
Pata toda esta gran familia con ELA, desearos lo más bonito para vivir que es la VIDA!
Buenas fiestas, cada uno como pueda. Set FELICES! 
Josep

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