sábado, 5 de marzo de 2011

vida muerte


La vida es tan sencilla que se explica por sí misma

La vida es tan sencilla que se explica por sí misma,
se basta a sí misma.
¡Mira! Todo está hecho. Todo está ya dado.
Nos basta aceptar
o quizá —somos humanos— alabar
y cantar
a lo que nos maquina sin dejarse pensar.
Todo está aquí. ¿No lo ves?
No hay razón ni más allá.
¡Somos felices! Vivimos los instantes explosivos
de alegría o de dolor, de rabia o de amor,
y si no
es que estamos distraídos, aburridos.
No hay nada que esperar. No hay nada que temer.
También la muerte
llegará cuando nos sea fielmente necesaria
y la recibiremos con verdadera ansia.
Desde que nacimos
nos estamos preparando para que nos consuma.

Gabriel Celaya
(El mundo abierto, 1986

)

FOTOS: Canon analógica EOS 3000 10/06/2008 por jrrof

1 comentario:

Francisco Espada dijo...

Yo diría que ni siquiera necesita explicación: la vida es el trayecto y la muerte la meta. ¡Disfruta la carrera!