domingo, 8 de mayo de 2016

quince años

un día cualquiera, Josep contemplando la belleza de la mar

Quince años
Quince años
Como cada día…hoy también
pitara el tren de las seis.

Como cada día…hoy también
la gente me dirá buenos días
cuando nos encontremos.
Yo alzaré la mano izquierda
para no gastar el filo de voz
que hoy me queda.

Todo se refleja más de día en día
y el poder es limitado.
Y saber que todo, hoy,
ha estado el mismo que cada día,
que he paseado y he hecho la siesta.

Y que he aprendido, seguro, un poco de vivir
y también, un poco de morir.
                                     Josep Rof i Rof

10 de mayo 2001-2016 conviviendo con mi l’ELA

Riu amunt
Riu amunt,
cap aigua no revé
riu amunt;
el temps se’ns mor el dits
cada nit.

Com un camí sense retorn,
com una nit sense matí,
com una veu sense ressò,
la nostra veu.

Com una nit sense ressò,
com un camí sense retorn,
com una nit sense matí,
la nostra nit.

Riu amunt,
cap aigua no revé
riu amunt;
el temps se’ns mor als dits
cada nit.


Sobreviure
No m’entendreixo
pas més del que autoritzen
els codis, no patiu.

Ara com ara la sang no es detura,
fa giragonses per les venes,
reconstrueix camins
i els destrueix;
m’empeny a sobreviure.

Tal dia farà un any.

Dons bé, tornem-hi.
                      Miquel Martí i Pol

He querido que me acompañaran estos dos poemas de Miquel Martí i Pol, en mi quince aniversario, del diagnóstico de mí ELA.

Miquel Martí i Pol (Roda de Ter, 19 de marzo de 1929 - Vic, 11 de noviembre de 2003)

Era  un día cualquiera, como cada día, pero este día no lo fue. Hacia mi estada en Lleida por trabajo. Miquel inauguro un café/biblioteca. No recuerdo quien recitó sus poemas. Allí descubrí otra manera de vivir, el sufría de EM, estaba sentado en una silla de ruedas, sonriendo y sin pronunciar palabra. Su sonrisa me enamoró. Reía a gusto. Compre dos de sus libros, me los dedico sin mediar palabra. No tenía voz. Desde este día, Miquel y sus poemas me han acompañado siempre. Impregnándome con su fuerza.

Él nos dejó. Han pasado años y ahora soy yo, el que me paseo en silla de ruedas, desde el diagnostico mayo 2001 de mí ELA, han pasado quince años, como el paseando procuro sonreír. No es fácil pero me esfuerzo en su memoria. Con esta sonrisa, quiero agradecer a mi ELA por su longevidad al haber permitido ¡VIVIR! Estos quince años, con cierta calidad de ¡VIDA!

Desde estas palabras, y estos poemas que nos acompañan, quiero agradecer;
A la familia por cuidarme y como no arroparme.
A la Fundació Miquel Valls FMQV por asistirme.
Alos médicos y para todo el equipo que me asisten en Bellvitge
A UFELA Equipo de profesionales de la Unitat Funcional d’ELA:


 la ELA es como la mar está viva i "siempre ruge"


No hay comentarios: